El yoga prenatal se práctica durante los meses de embarazo. Si la alumna tiene una práctica de yoga regular puede practicarlo, bajo aprobación médica, desde el primer trimestre. Si desea adentrarse en este mundo estando embarazada es recomendable incorporarlo en su rutina a partir de la semana 15.
El yoga prenatal al igual que una clase normal de Hatha yoga consta de asanas, pranayamas, relajación, y, ejercicio de visualización y concentración, entre otras técnicas. Pero, estas prácticas en la clase de yoga prenatal, se adaptan a cada trimestre de embarazo y a las circunstancias personales de cada persona.
Practicar yoga durante el embarazo aporta todos los beneficios del yoga y, además, permitirá transitar esta nueva etapa de forma más cómoda. Crea conexión con la nueva vida que emerge en el interior de la embarazada y comprensión del proceso, así como conciencia de las nuevas sensaciones corporales y los cambios que se irán produciendo.
El objetivo del Hatha yoga es liberarnos de la tensión, bloqueos, rigidez, enfermedad y mover la energía para desde el cuerpo liberar la mente.
Durante las clases de yoga prenatal se realizan secuencias de asanas (posturas) y respiraciones que buscan preparar al cuerpo para los cambios que se van experimentando y para el parto en sí mismo, especialmente se prepara la zona de las caderas y pelvis y, a la vez, se busca reducir los niveles de estrés mejorando la calidad del sueño.
El yoga prenatal disminuye los dolores provocados por los cambios físicos y su práctica promueve el bienestar del bebé y su colocación. A través de la postura y de la respiración el yoga prepara para el momento del parto a nivel físico, mental y energético.
El yoga prenatal genera calma, conciencia, fortaleza y equilibrio.