El término “Reiki” es una palabra japonesa formada por los vocablos:

               REI = Universal, Energía “que no se ve”, fuente de todas las cosas.

               KI = Energía, “aliento de vida”, Prana en India, Chi en la cultura china.

 

El reiki es un pseudoterapia inventada en 1922 por el budista japonés Mikao Usui. Desde su origen en Japón, ha sido adaptada en varias tradiciones culturales a nivel mundial. A través de la imposición de manos, sobre los diferentes puntos reguladores energéticos del cuerpo humano, se transfiere una “Energía Universal” (reiki) hacia el paciente con el fin de promover la curación emocional, física y espiritual.

También puede ser aplicado a otros seres vivos, como animales y plantas, y a determinadas situaciones.

El Reiki asume que existe una energía vital del Universo que está en todos los sitios: en el Cosmos, en la Naturaleza, en nosotros mismos. Cuando esa energía fluye a través de nuestro cuerpo nuestras defensas están activas, y nuestro organismo puede experimentar el máximo bienestar. Cuando dicha energía deja de fluir aparecen las enfermedades, el estrés, la ansiedad, y otras molestias.

 

La Organización Mundial de la Salud, acepta el Reiki como terapia complementaria en el tratamiento de enfermedades (en muchos hospitales lo usan con enfermos de cáncer, SIDA, y otras dolencias).

Ya que el Reiki no tiene contraindicaciones para las personas: no interrumpe ningún tratamiento, no se usa como sustituto  de un tratamiento, no exige ingerir, ni inyectarse nada, y ni siquiera hay contacto físico salvo poner las manos encima, así que no produce lesiones.

Además su práctica tiene mucho en común con la meditación y la relajación.

así que no produce lesiones.

El paciente debe permanecer tumbado, con los ojos cerrados (es normal quedarse dormido), lo que unido a la música relajante y la aromaterapia, produce un efecto calmante.

¿En qué consiste?

La práctica de Reiki consiste en la canalización de Energía Universal o Espiritual (REI) para armonizar nuestra propia energía (KI), cuerpo, mente, sentimientos, emociones y espíritu, ayudándonos a alcanzar nuestro mayor bienestar y equilibrio.

Su función

Es liberar energía bloqueada que nos impide fluir con la Energía Vital del Universo.

El Reiki y los Chakras

La energía vital transmitida a través del reiki sobre los diferentes chakras o centros energéticos (son 7 los
Chakras principales, los que todas las personas tenemos en nuestro cuerpo, hace que de desbloquee la
energía de estos, facilitando el buen funcionamiento de los mismos y un correcto flujo de su energía.
Cuando los chakras están bloqueados es cuando nuestras defensas inmunológicas y emocionales bajan, y se
producen las enfermedades físicas y mentales. Por tanto, el Reiki actúa no sólo a nivel físico, sino también
Emocional, mental y espiritual.

El Reiki se puede utilizar para

  • Liberar emociones reprimidas.
  • Aumentar nuestro nivel energético, proporcionándonos vitalidad física y anímica.
  • Provoca un estado de relajación muy agradable, reduciendo o eliminando la ansiedad.
  • Alivia el sufrimiento físico, mental, emocional o espiritual.
  • Ayuda a eliminar el estrés diario.
  • Alivia migrañas, depresión, dolores menstruales y estreñimiento.
  • Ayuda a limpiar el organismo y la mente de toxinas.
  • Facilita el sueño.

Con este método ayudamos a que nuestro cuerpo se encuentre más sano, el pensamiento más calmado y aumentaos nuestra energía vital.

Los cinco principios sobre los que se basa el Reiki son:

  • Sólo por hoy no me enojaré.
  • Sólo por hoy no me preocuparé.
  • Sólo por hoy seré agradecido.
  • Sólo por hoy haré mi trabajo con honestidad, e integridad.
  • Sólo por hoy seré amable con todos los seres vivos.

La práctica de los Principios del Reiki forma parte de un conjunto de ejercicios habituales de purificación y crecimiento. Los seguidores del reiki afirman que es muy recomendable por su facilidad y que produce profundo y beneficiosos cambios a quienes la observan y estudian.

Una sesión terapéutica

Las sesiones de Reiki duran unos 45 minutos aproximadamente. El emisor de la energía o canal, transmitirá su energía vital al receptor/paciente, para hacer que la energía vital fluya otra vez. La persona se tumbará sobre la camilla, vestido y con los pies descalzos, ambientando la sesión con música relajante y aromaterapia. El terapeuta sitúa sus manos sobre diferentes partes del cuerpo, los puntos energéticos conectados con los Chakras. Los puntos energéticos son la coronilla, el cuello, los ojos y la frente, el pecho, el estómago, las lumbares, los hombros, las piernas, pies y tobillos. En algunos casos se utilizará también como complemento piedras o cristales para focalizar aún más los Chakras.