Asana

Asana

¿Quién soy yo más allá de la imagen que tengo de mi frente al espejo?

Reencontrarte contigo mismo y los mecanismos de sabiduría intrínsecos que hay en tí, es la esencia del asana.

Quizás lo más conocido actualmente dentro del mundo del yoga. Técnica que a veces se confunde con el ejercicio físico o que suele dar pie a resaltar virtudes físicas. Pose que se confunde con una estatua.

Aquí te expongo parte de lo que aprendí sobre ella, con total humildad (o al menos lo intento).  Parte procede de libros y parte de mi propia experiencia. Espero que te sirva, y que me aportes tus vivencias u opinión.

El asana dentro de las técnicas de Hatha Yoga brinda estabilidad y ligereza a la vez que nos libera de la enfermedad. Ayuda a purificar el cuerpo y permite los desbloqueos (deshacer nudos) para que circule libre la energía. Sus beneficios son (seguro que hay más ):

Sacado del libro Manual práctico de Vinyasa Krama, página 2,

  • Salud física
  • Liberan enfermedades
  • Capacidad de permanecer sentado para meditar
  • Nos preparan para los pranayamas
  • Desarrollan la concentración y la conciencia
  • Reducen rajas (exceso de actividad)
  • Favorecen sattva (equilibrio)
  • Estimulan la circulación de la sangre, la linfa y el Prana (energía vital)

Según uno de los libros más influyentes del Hatha Yoga, Hatha Yoga Pradipika “los âsanas nos otorgan quietud (tanto física como mental). Los âsanas dan firmeza, ausencia de enfermedad, quitan tensiones psicosomáticas, sacan la rigidez indebida por bloqueos y acumulación de toxinas, para que la energía vital pueda moverse libremente por tu interior”

Las asanas han de ser según los Yoga Sutra 2.46

  • Sthira- sukham -asanam
  • Sthira: estable, solida,
  • Sukham: confortable, con espacio interno

Las primeras asanas aparecen en el libro Hatha Yoga Pradipika y se nombran 16. Poco a poco fueron apareciendo nuevas gracias a la experiencia y a la evolución social e intelectual,

El asana es un proceso que comienza a nivel “aparentemente físico” y finaliza con la estabilidad del cuerpo y de la mente. Y es que las asanas ponen en evidencia que cuerpo y mente son lo mismo; que lo que ocurre en el cuerpo afecta a la mente y lo que ocurre en la mente afecta al cuerpo y ambos se transforman por el paso del tiempo y se ven afectados por estímulos internos y externos.

El Hatha Yoga nos propone que a través de la postura consciente accedamos a la mente . De lo denso a lo sutil, de lo tangible a lo intangible.

El asana, libera conscientemente bloqueos, resistencias, y abre el cuerpo para que la energía fluya a través de él con libertad, beneficiándose de ello también la mente. El cuerpo es la primera capa del ser humano y es nuestra carcasa para esta vida. Ha de ser cuidado, ya que se ve afectado por tensiones, pensamientos y por los avatares de la vida. El asana te ayuda a liberarte de ellos, y a la vez mantiene el cuerpo fuerte y flexible, lo que aumenta también tu energía y autoestima. Nuestra postura y actitud frente a la vida van muy relacionadas, por lo tanto, si mejoras tu postura, mejoras tu actitud.

El asana es un proceso

El asana nos invita a saber escuchar al cuerpo, a reencontrarnos con él. Es un primer paso para reencontrarnos con nosotros mismos y gestionar lo que hay, ya sea más o menos doloroso. El primer vehículo para acceder a la mente es el cuerpo.

El asana es cómo la construyo, cómo lo mantengo y cómo salgo de ella. No es estar sin más. No es una estatua. En tu auto práctica es importantísimo que atiendas a ello. Se construye siempre de la mano de la respiración.

El asana no es sólo un proceso de entro, mantengo y salgo con mi cuerpo, si no que lo que entra, se mantiene y sale eres tú con todas tus capas. Y todas entran, se mantienen y salen a la vez. (cuerpo, mente, aliento, todo el Ser).

Las asanas pueden sostenerse por varias respiraciones o pueden ser parte de una fase dinámica y entrar y salir sin sostener. Depende de nuestro objetivo

Por otro lado, hay escuelas que las sostienen 3 respiraciones otras 5, otras 6.

A mi parecer depende del asana, de lo que busques y de tus límites. Esto podría ser un gran debate.

Llegar al asana

 Al asana se llega cuando permites que la mente sienta y conecte con el cuerpo y la respiración. Mi primera formadora de yoga Mayte Criado, siempre decía “que la mente pensante se transforme en una mente sintiente”. No hay asana sin concentración y sin respiración consciente. Lo que diferencia a un asana del ejercicio físico, es que le ejercicio desgasta energía, y al asana pretende que ganes energía. No permitas nunca que se acelere tu corazón.

El autoconocimiento del asana llega a través de la repetición de la misma. A través de la repetición descubres como acomodar el cuerpo para hacerla más confortable, con más espacios y más estable, y por supuesto, poder entrar con más presencia hacia ella. Conocer el cuerpo, controlarlo y acomodarte a él.

Por otra parte, cada día tu cuerpo afronta de manera distinta la postura y esto también te da información sobre cómo te encuentras “hoy”, o a esta hora del día. No es lo mismo hacer un Tadasana diurno que nocturno. O un Tadasana un día en el que te sientas fatigada/o, o en el que te sientas muy descansada/o.

El asana nos entrena para la vida real, nos enseña a estar presentes sea lo que sea que hay, sin huir, atendiendo al movimiento interno.

El asana se afronta con estabilidad y firmeza como la vida misma. Una vez entras en ella no debes preocuparte por los micro ajustes físicos, si no por cómo te encuentras en ella. ¿Qué hay que no llega? ¿Dónde hay un bloqueo? Si puedes permaneces concentrado, si la mente se va…créeme cada día iras descubriendo cosas nuevas

Dónde está mi respiración

Hemos dicho que al asana se entra de la mano de la respiración, pero al llegar a ella, igual de importante es que mires a ver que espacios te está otorgando la postra para que respires en su interior. Todo el cuerpo respira, pero ¿Qué partes, especialmente aquí se abren? Cada asana abre un espacio y permite que el gesto respiratorio se exprese más en unos rincones que en otros.

A veces ayuda a sentir esos espacios respirando abiertos para volver con la mente a lo que toca, el asana.

Si tiene una práctica más avanzada, quizás puedas sentir el moviente de las corrientes del prana por el interior del cuerpo; hacia dónde va el flujo de energía cuando inspiro y cuando espiro. E incluso facilitar este flujo a través de la activación de bandhas.

Para unir cuerpo y mente es fundamenta la respiración consciente. Yo suelo decir a mis alumnas que las asanas son una cita entre cuerpo y mente. Este matrimonio que a veces se pelea y a veces tiene encuentros románticos. Ese par que a veces lucha o a veces baila un vals. Bien, pues para bailar el vals es necesario usar el aliento como melodía.

De las cosas más importantes del asana es cómo la respiración consciente nos ayuda a encontrar el equilibrio dentro de la postura. Si tu haces un asana con cierta actividad ya sea actividad física o mental, respirar en ella de forma consciente, ya sea con aliento natural en modalidades más restaurativas, o en Ujjayi, la respiración consciente invitará a la calma para que dentro de la actividad de la postura ésta ( la calma) se instale y encontrar de esta manera el equilibrio.

Honrar los límites

Prestar atención siempre es llevar suavidad. Si tu prestas atención a alguien, estas llevando suavidad al momento, igual ocurre con una acción o hacia tu cuerpo.

Siempre, siempre hay que respetar los límites. No es necesario tirar, forzar, presionar. Sé paciente con tu cuerpo. No tienes que demostrar nada a nadie. Cuando entres en la postura aprovecha el aliento para entregarte a ella. Si la respiración comienza a agitarse, entrecortarse o tu cuerpo a temblar, retrocede. En esos casos estás cerrando espacios, no abriéndolos.

En el asana todas las partes colaboran a vez. Mientras unas partes han de activarse otras se relajan. Muchas veces la falta de conciencia corporal hace que tensemos zonas que deberían estar relajadas. Muchas personas al principio por falta de conciencia corporal en una postura en la que hay que activar las piernas, activamos e incluso tensamos los hombros sin darnos cuenta.

Recuerda que el asana tiene que ser estable y cómoda como la vida misma.

Evita practicarla de forma aislada

En este apartado hablamos del asana. Podría escribir muchísimo más. Pero, sólo una cosa más, el asana forma parte de un conjunto de técnicas. No tendrá los mismos beneficios practicada de manera asilada que dentro de una secuencia con unos parámetros determinados. No será igual practicarla sola que realizar tras ella pranayamas. Hay posturas que son mas acertadas por la mañana, otras por la tarde. Posturas que no podremos hacer, posturas que requieren de supervisión.

Siempre la practica ha de adaptarse a ti y cumplir unos parámetros y objetivos.

Namasté