Los ungüentos son de las más antiguas formulaciones farmacéuticas que existen. Ya en la Edad Media, los médicos solicitaban dichas preparaciones a los ungüentarios, que eran los encargados de su elaboración. Estos son los predecesores de los farmacéuticos modernos. Las pomadas y ungüentos se llevan utilizando desde hace miles de años y en las diferentes culturas antiguas. Grasas de animales, plantas y flores eran los ingredientes principales de estos preparados. Cicatrices, heridas, descamaciones y un largo etcétera, eran los usos habituales de estas fórmulas. Hoy recogemos todo ese bagaje y creamos fórmulas eficaces basadas en una fitoterapia moderna y utilizando ingredientes naturales.